La coalición de gobierno en Japón sufre un fuerte castigo en las urnas y derrota al alcalde | Internacional

La coalición de gobierno en Japón sufre un fuerte castigo en las urnas y derrota al alcalde | Internacional

El Partido Liberal Demócrata (PLD) de Japón ganó las elecciones dominicanas, pero tuvo un impacto considerable. La formación conservadora del primer ministro Shigeru Ishiba, de 67 años, ha perdido la alcaldía absoluta de lo que ha hecho para él solo, y junto a su tradicional socio de coalición Komeito si también dejó muchas camas para captar a los 233 niños con los que Se perdió el control de la Cámara de 465 invitados, tras el escrutinio oficial a punto de concluir en el fallo el lunes (hora local). Con todos los escaños juzgados, nuestras formaciones sumaban 215 diputados.

El resultado es un batallón de entrenamiento que ha gobernado Japón sin interrupción desde su fundación en 1955, que se verá obligado a buscar nuevas alianzas si quiere mantenerse en la primera línea del Ejecutivo. Era la primera vez que accedía a la alcaldía desde 2009, cuando el Partido Demócrata lo envió al opositor PLD. Y ya he abierto la posibilidad de que el Partido Constitucional Democrático (PCD), central y hereditario del Partido Democrático, también intente formar un Ejecutivo.

El PCD ha reforzado significativamente su presencia en la Cámara de Representantes. La formación liderada por Yoshihiko Noda, un veterano de la política japonesa que fue primer ministro entre 2011 y 2012, recibió un fuerte impulso con hasta 148 prófugos. Son 50 cómics más en 2021..

“Nuestro objetivo era que el partido de gobierno perdiera a la alcaldesa, porque es una gran maderera”, abandonó Noda en un debate, en el que dejó abierta la posibilidad de contactar con otras formaciones minoritarias para gestionar una ejecutiva. Se espera que el partido se reúna los lunes para estudiar las opciones.

La ciudad envió en las urnas un claro mensaje de urgencia contra el PLD, al que no ha perdonado los casos de corrupción de los últimos meses, mientras enfrenta un altísimo costo de vida y observa una economía que continúa organizándose. Antes de las elecciones, el PLD contaba con 256 escaños, lo que le daba el control de la cámara más poderosa de la Dieta (el Parlamento japonés). Al final de la memoria retuvimos 198.

Posteriormente se estipularon aquí los pactos del Gobierno, el resultado equilibró la fuerza de la oposición frontal a un PLD que ejerce un poder casi indiscutible desde 2012. Por primera vez desde entonces, la oposición rompió la barrera psicológica de los tres dígitos en el número de contendientes. .

Durante la noche electoral, cuando aún no terminaba el conteo oficial, el PLD ya daba señales de preocupación. “Fuimos juzgados con severidad”, aseguró Ishiba en las declaraciones a los medios locales, a través del cristal de las urnas. “La situación es muy complicada y es mi responsabilidad”, reconoció también Shinjiro Koizumi, secretario del comité electoral del partido gobernante, en un enfrentamiento entre las urnas.

El escenario se abre con un período de incertidumbre en el que la coalición de gobierno tendrá que reunir nuevos socios para mantenerse en el poder. Los analistas han recurrido a otras formaciones, como el Partido Democrático para el Pueblo, que vio duplicarse sus apoyos hasta hace 28 años, dada su afinidad en temas como la defensa, que podría derivar de una revisión del pacifismo constitucional japonés. Pero el líder del PCD también se aseguró de entablar conversaciones con este partido. El conservador Partido de la Innovación, liderado por un admirador de Trump, también podría ser clave. Convertido en la tercera fuerza de la Cámara Baja, con 38 prófugos, compara la política de seguridad con la del PLD, pero durante la campaña asegura que no se sumaría para formar una coalición por casos de corrupción. El Secretario General de Educación, Fumitake Fujita, también se reunió con la Universidad PCD.

El primer ministro Ishiba acudió a las elecciones con los invitados en caída libre, marcados por la gran sombra del escándalo de las finanzas ilegales que ha arruinado a su partido. Con un mal resultado, algunos analistas podrían haber obligado al PLD a buscar un papel alternativo para dirigir el gobierno, lo que habría convertido a Ishiba en el primer ministro con menos tiempo en el cargo en la historia japonesa de la posguerra. La decisión quedó en el aire, pero podría suceder: el PLD es una fuerza política integrada por conservadores, pero disfrazada y en constante fuerza. Aunque está acostumbrado a elecciones en medio de escándalos en los que apela a la lealtad de los votantes ganados, en menudo, con medidas concretas para apoyar regiones, segmentos o colectivos.

Su granero de electores es tradicionalmente campo. Mar en el campo o en la ciudad. Izamu Kambe, de 68 años, feliz operador de fábrica, comentó sobre su pasado juvenil, llegó en forma avanzada al pueblo rural de Nanmoku, quien quiso elegir la tarjeta de siempre: el PLD. “La oposición al sentimiento de debilitamiento”, afirma.

Izamu Kambe, de 68 años, emitió su voto en la zona rural de Nanmoku, las últimas personas.Guillermo Abril

Mientras sostiene su bicicleta, Shimbo, un estudiante de química de 21 años que aún vive con sus padres, reconoce a este Domingo que también votó por el PLD “por la estabilidad”. Depositó la tarjeta en un distrito electoral de Hachioji, en las afueras de Tokio. La corrupción, a su juicio, no tiene argumento suficiente para cambiar de partición.

“¡Estoy cansada y queremos limpiar!”, exclama unos minutos después Emiko Ogahara, con el micrófono en la mano, a la salida de la estación de Hachioji. No reclaman el voto para nadie, para no contravenir las reglas de la jornada electoral, pero se recuerda a los transeúntes que han hecho su derecho y que en ningún caso lo han hecho por el PLD ―la “basura”― o Sus similares candidatos independientes, salpicados por la trama de finanzas irregulares que se estancó el año pasado, forzaron la dimisión de varios ministros y afectaron tanto la popularidad del entonces jefe del ejecutivo, Fumio Kishida, que al final decidió abandonar el carga en el porche. Durante su marcha, Ishiba asistió a las reuniones de los demócratas liberales a finales de septiembre, fue investido por el primer ministro el 1 de octubre, formó Gobierno y convocó elecciones anticipadas para aprobar, en teoría, la prueba de popularidad.

Emiko Ogahara se aleja para emitir su voto para unirse al Partido Liberal Democrático a las puertas de la estación Hachioji, en las afueras de Tokio, este domingo. Gonzalo Robledo

La jornada electoral transcurrió sin límites en el ordenado archipiélago, aunque generó polémica por el hecho de que el 40% de las circunscripciones del país decidieron adaptarse al horario de cierre de las urnas, algo que es posible, pero que la oposición vio en ello como una intentar reducir la participación que, en teoría, se beneficiaría de ello. La participación final aún no se ha publicado, pero casi 21 millones de personas votaron anticipadamente en los últimos días, la segunda cifra más alta de la historia.

Muchos votantes ya han recibido una caida. “Perdamos dinero por la cuestión del dinero”, reconoce un partidario del partido gubernamental que asistió el sábado por la tarde a uno de los discursos en el distrito de Ishiba, en la popular zona de Ebisu, en el centro de Tokio. Bajo una fuerte alineación política, y rodeado de relucientes edificios modernos, el primer ministro imploró el voto para el candidato de ese distrito electoral, y además escribió una implicación adicional: “Basta con che hagáis una llamada a un amigo”, afirmó. al público.