“No hay necesidad de entrar en tecnicismos al respecto”, dijo Ellie Phillips, dentista preventiva con sede en Austin. “Pero recomendaría observar si se trata de algo que afecta a los dientes frontales o a la parte posterior de la boca. ¿Está en el exterior, que está en el lado de las mejillas, o está en el lado de la lengua?
Las ayudas visuales como las radiografías o las imágenes de una cámara intraoral, o incluso simplemente mirarse al espejo, también pueden ayudar a desmitificar lo que sucede en la boca.
No se sienta presionado a aceptar nada, ni siquiera limpiar.
Su dentista debería poder explicarle por qué áreas problemáticas particulares necesitan tratamientos específicos, dijo Alyson Leffel, directora de defensa del paciente y trabajo social de la Facultad de Odontología de la Universidad de Nueva York. Y es perfectamente razonable pedirles tiempo para investigar y pensar en sus opciones.
Por ejemplo, no todos los niños o adultos necesitan ser aseados dos veces al año. Los estudios han encontrado que no necesariamente conducen a mejores resultados dentales. Asimismo, los expertos debaten los beneficios de la extracción de las muelas del juicio. Y no siempre es necesario sustituir los viejos empastes de plata por otros de composite.
Si no se siente cómodo posponiéndolo ahora, una forma de darse más tiempo es programar la cita recomendada para una fecha futura, dijo el Dr. Phillips. Luego puedes llamar para reprogramar o cancelar más tarde.
Pregunte qué es urgente y cuáles son las alternativas.
Es posible que algunos problemas, como un absceso, deban tratarse de inmediato. Pero otros, como los dientes que necesitan ser reemplazados con implantes, idealmente deberían tratarse en el transcurso de múltiples citas, dijo el Dr. Phillips. Es trabajo del dentista desarrollar un plan de tratamiento que priorice los problemas más urgentes y evite agrupar tratamientos importantes en una sola visita.
Como paciente, puede (y debe) solicitar explicaciones detalladas de los beneficios y riesgos de cada tratamiento, los tiempos de recuperación, si necesitará tomar medicamentos para controlar el dolor y si hay consecuencias por retrasar el tratamiento.
“Cuantas más preguntas haga, más informado estará sobre su tratamiento dental y menos probable será que se sienta ansioso por ello”, dijo la Sra. Leffel.