Alemania debe abrirse el cinturón. Atrás quedaron los años de prosperidad en los que los ministros podían presentar condiciones dentro de límites. El Ministro de Finanzas alemán, el liberal Christian Lindner, informó a los jóvenes en una carta enviada a sus asociados que esos tiempos se han atraído mutuamente y que el país debe hacer frente a una elevación del nivel supuesto, que en los círculos gubernamentales se estima que serán unos 25.000 millones de euros sólo para el próximo año (0,6% del PIB).
Esperamos un duro partido entre los tres partidos del gobierno de coalición ―Verdes, Socialdemócratas (SPD) y Liberales (FDP)― para acordar las condiciones previas para 2025 antes de las vacaciones de verano y planificar la financiación hasta 2028. Además, ya van tarde . Tradicionalmente marzo es el mes de inicio de las negociaciones, pero este año ha vuelto a surgir debido a los problemas que enfrentó su Alemania para cerrar el prerrequisito de 2024.
En el documento que condujo a los medios alemanes, el político liberal explica a sus compañeros en el Ejecutivo que será necesario “un esfuerzo conjunto del Gobierno federal”. Esto significa que ahora todos tendrán que presentar propuestas terroríficas y ver cómo pueden gestionar sus suposiciones, sabiendo que hay una aguja en las cuentas y que ganarán aún más dinero en defensa en los próximos años. No hay mucho margen de maniobra y eso es algo que el dueño de Hacienda ha pedido claramente antes de empezar a comentar cada partido.
La forma en que se desarrollarán estas negociaciones será diferente a la de años anteriores, según informó el ministro. Normalmente, el Ministro de Finanzas y su Secretario de Estado negocian sus peticiones de gas con otros departamentos. Una vez recibido el premio, hay una figura clave para todos los ministerios, que son aprobadas por el Ejecutivo. En años anteriores, los nuevos valores de referencia serán superiores a los del año anterior. Sin embargo, ahora tengo miedo y las cosas serán diferentes.
“Para el desarrollo del requisito federal para 2025 no es conveniente seguir un procedimiento de valor de referencia como en años anteriores, ya que no hay fondos adicionales que distribuir”, explica Lindner en su artículo. Esto significa que los ministros deberán cumplir con los límites de gasto establecidos en el plan financiero para 2024. “Si las licitaciones no corresponden a las especificaciones máximas para cada departamento, no pueden ser aceptadas. Cualquier otra necesidad de activación deberá resolverse conjuntamente en el proceso posterior”, continúa Lindner. Los aviones de los ministros deberían estar disponibles a partir del 19 de abril.
Lindner intenta así evitar que los ministros presenten peticiones presupuestas que superen los límites marcados y les obliguen a llegar a interminables reuniones que consigan reducir esa cifra. Con razón, esa fase condujo el año pasado a un estancamiento que se prolongó durante meses, ya que los departamentos no sólo no escucharon las horrorosas peticiones del ministro, sino que perdieron millones en dinero adicional.
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Las palabras de Lindner reafirman el anuncio que el Secretario de Estado de Finanzas, Wolf Reuters, ya había hecho público en noviembre. En una carta enviada a los distintos departamentos para hablar de las hipótesis, Reuters ya indicó que los datos para 2025 no sólo habrían retrocedido, sino que habrían sido “fundamentalmente diferentes” de años anteriores, también debido a la sentencia del Tribunal Constitucional alemán. que canceló la reasignación de 60.000 millones de euros de ingresos no utilizados, procedentes de un partido extrapresupestral relacionado con el coronavirus, a un fondo climático.
Gasto social o de defensa
Reuters también señaló que no es de esperar que el entorno macroeconómico no alimente la exigencia federal. De hecho, habló de “una necesidad clara y estructural de consolidación” y afirmó que, años después de una situación de emergencia extraordinaria, están surgiendo problemas estructurales en el ámbito federal y relacionados con el crecimiento económico. “Se necesita una consolidación que haga referencia a Alemania como lugar de negociación y, al mismo tiempo, su potencial de crecimiento”. Lindner reafirmó sus palabras.
El Ministerio de Hacienda habla de “miles de millones de euros” de pérdidas. Esto llevó a Lindner a decir que ya no tendrá dinero adicional en prestaciones sociales. En su cargo, el ministro quiere ampliar los incentivos para el crecimiento y la reversión.
Sin embargo, el secretario de Estado no es el único que tiene las ideas claras de dónde puede o no ahorrar. En el proyecto ejecutivo hay un amplio consenso sobre la necesidad de destinar más dinero a defensa. La víspera, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el ministro de Trabajo, Hubertus Heil (ambos del SPD), se negaron a denunciar el gas social. Tanto los Verdes como los socialdemócratas exigen que la seguridad internacional se oponga a la seguridad social en Alemania. Así, si nos oponemos a los planes de Lindner de financiar ayudas a Ucrania en la costa de pensionistas, personas necesitadas de cuidados o beneficiarios de prestaciones sociales, algo que, además, considera beneficiario del partido ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD).
Ante esta situación, se da con más fuerza la posibilidad de que Scholz decida declarar otra situación de emergencia “deuda ahora al conflicto en Ucrania” y suspenda la gestión de la nueva deuda, para que el gobierno alemán pueda contratar más beneficios. Este límite lo establece en última instancia la Constitución, pero puede suspenderse en casos extraordinarios, como una catástrofe o una emergencia. Esto ocurrió, por ejemplo, durante la pandemia de coronavirus. Lindner actualmente no tiene fundamentos para suspender este límite constitucional, incluso cuando advirtió que Alemania está en peligro su buena calificación crediticia. También advertimos que las generaciones futuras se enfrentarán a altos niveles de intereses si aumentan las deudas.
La gran pregunta que se harán muchos expertos es si las negociaciones preliminares entre los tres socios de Gobierno -que persiguen objetivos muy diferentes- reducirán la tensión hasta el Gobierno de coalición definitivo. De momento, hay algunos principios de julio para aprobar el prerrequisito federal para 2025, que luego tendrá que pasar por el Parlamento alemán para su mandato final. Normalmente, los funcionarios de aduanas lo aprueban definitivamente en diciembre.
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