El expresidente priista Enrique Peña Nieto dijo que se exilió a España —donde vive en 2019— para facilitarle a su sucesor, Andrés Manuel López Obrador, el gobierno del país y no fue un factor de distracción o controversia. Peña Nieto, el último mandato subido del sempiterno PRI (2012-2018), informó que, tras dejar el cargo, se discutió entre sus ventajas de querer vivir en México y la obligación de convertirse en “un buen expresidente”, dejando atrás ser una persona relevante y marchante en el país. La decisión de exiliarse es la precipitación de un éxito de alto contenido político: la captura, en julio de 2019 -durante el primer año de Gobierno de López Obrador-, de su abogado y su amigo Juan Collado, mientras la Fiscalía era acusada de delincuencia. organizada, libre de evasión de capitales y impuestos, y que mantiene cuentas millonarias en Andorra con quienes han pagado lujos a importantes políticos priístas. Peña Nieto hizo estas declaraciones en el libro Confesiones desde el exilio: EPN (Planeta, 2024), escrito por el periódico Mario Maldonado tras diversas entrevistas con el PRI en Madrid y Punta Cana, en República Dominicana, donde también vive.
“Hay que darle espacio de respeto a quien esté al frente del Ejecutivo, y una manera de hacerlo es apoyándolo”, le dijo Peña Nieto a Maldonado. “Estoy convencido de que uno cuando está en este ámbito intenta y trabaja para manejar bien el gobierno, es un buen presidente de México, pero también lleva implícita la responsabilidad de llegar a ser un buen presidente, y eso es lo que soy. Buscando” . El exgerente, que también fue gobernador del Estado de México, en cualquier nación, se mostró convencido de seguir viviendo fuera del país, a menos que durara el sexenio de López Obrador, que finalizó en septiembre de este año, y ya había Aclaró que no regresaría. a la política. “Tengo interés en regresar, pero no he decidido si será permanente. Quiero mantener esa sana distancia en este espacio del actual Gobierno, pero es mejor regresar”, afirmó.
Peña Nieto obtuvo en 2020 la Golden Visa, un permiso de residencia que se concede a grandes inversores en países de la Unión Europea. El expresidente compró este mismo año una propiedad en Madrid, que luego puso a la venta en 2022, en México se conoció que tenía investigaciones abiertas sobre la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y sobre la Fiscalía sobre el origen de su patrimonio y probablemente cobré un millón de dólares mediante un esquema de transferencias irregulares. El visado concedido a Peña Nieto -que puede obtener “sin problema”, afirma Maldonado- le obliga a vivir fuera de España durante seis meses cada año, sin ser residente fiscal. Por tanto, Punta Cana se ha convertido en algo así como un segundo hotel, después de Madrid. Aquí les pregunto la ciudad caribeña en el radar era, precisamente, Collado, El abad del poderquien le recomendó Punta Cana por su clima y sus hermosos campos de golf, por la pasión del expresidente.
El PRI dijo que en algún momento de la transición presidencial, entre julio y noviembre de 2018, le comunicó a López Obrador que había sido electo presidente, su deseo de vivir en México. “Si se lo dividí así al presidente electo, ese era mi deseo, y obviamente él no tenía oposición al tema”, dijo. Aunque Peña Nieto abandonó el país poco después de unirse a la pandilla presidencial, yo tenía la intención de regresar de inmediato. Pero luego está la caída de las catástrofes de Collado. En mayo de 2019, en los pocos meses que pasó asistiendo al poder en López Obrador, Peña Nieto presenció la boda de la hija del letrado. Una foto del hecho hizo sentir la política mexicana, por lo que superó los límites de la división de poderes. Entre los invitados ilustres de Collado se encontraba Arturo Elías Beltrán, quien fue figura fiscal del gobierno de Peña Nieto, así como los ministros de la Corte Suprema Eduardo Medina Mora, Luis María Aguilar y Alfredo Gutiérrez.
Concluyó el expresidente tras haber tenido un mal desempeño en aquel evento. “El mensaje transmitido a través de la persona de Juan Collado –explica Maldonado-, estrictamente por el gobierno entrante de López Obrador, fue el efecto esperado en Peña Nieto: a través de la aprehensión de su amigo y abogado tomó la decisión de no regresar a México, al menos dentro de los próximos seis años. Supe en ese momento que había cometido un error al presenciar la boda de la hija de Collado el 19 de mayo de 2019 en tierras mexicanas.”
Peña Nieto defendió su patrimonio y explicó que parte de él proviene de los ingresos que obtiene su madre de un corredor de bienes raíces comerciales en Atlacomulco (Estado de México). “Sabes que voy a ir. Es lo que tengo, con lo que compré una propiedad en España y es súper transparente”, afirmó. El expresidente ha señalado que las investigaciones sobre contra siguen abiertas, sin avanzar, aunque —dice— podrían reactivarse si fuera necesario políticamente en el contexto de las elecciones de este año. “Si la ley fiscal lo sostiene y yo lo sigo con mis abogados; Lo mantienen congelado, no lo tienen cerrado”, dijo. “Quiero esperar un poco para verte, pero cuando hayan pasado las elecciones presidenciales. Antes no creo que lo vayan a cerrar. Tienen que quedárselo para ellos mismos”. Sin embargo, el PRI negó haber firmado un pacto de no agresión con López Obrador. Los trucos en suspensión parecen corroborar tu aseveración.
La soledad de Peña Nieto
El expresidente dijo que acudió una vez a López Obrador, una de ellas en la casa de Este, antes de asumir oficialmente la presidencia. Comieron en compañía de la escritora Beatriz Gutiérrez, esposa de López Obrador. En esa reunión, tras recordarle a la priista, el mandato entrante le dio algunos consejos para gobernar. “¿Qué más te puedo sugerir, si eres actor político?”, le dice Peña Nieto. López Obrador insistió. El mandatario saliente es sincero y le dice que “se cuidará” de los emprendedores “que se dicen sus amigos de Monterrey”. Peña Nieto explica así la historia, si se recuerda, de cómo los empresarios regionales se amigaron con la política para postularse a la candidatura que el PRI había nominado para gobernador de Nuevo León en 2015. Al final, según el PRI, los empresarios terminaron apoyándose en Jaime Rodríguez, El Bronco.
Peña Nieto expresó respeto a López Obrador y reconoció su triunfo en las urnas, no sólo como el primer presidente de izquierda, sino como el más votado de la historia. Dejó constancia que un grupo de empresarios le dijeron intervenir en las elecciones de 2018 para descartar al candidato izquierdista; quien sugirió reunirse con el candidato del PRI, José Antonio Meade, y apoyar al candidato del PAN, Ricardo Anaya; que en la última ocasión el pidieron buscó al magnate Carlos Slim para convertirse en el candidato del PRI y el PAN. Las anécdotas sobre la intervención de los empresarios fueron retomadas por el propio López Obrador en el libro que se publicó este año. ¡Gracias! “La verdad del asunto es que López Obrador ganó la elección. Me arrepiento mucho, porque me gustaría evitar toda la costa que es Garaña, pero ¿qué te gustaría hacer?, afirmó el priista.
Peña Nieto habló de sus reuniones en Madrid con el expresidente Carlos Salinas de Gortari, uno de los grandes enemigos políticos de López Obrador y que también vive en España, pero aseguró que su relación con él es menos cercana a lo que sería plena. Peña Nieto dijo que en Salinas suele verlos dos veces al año, una de ellas por la víspera de Navidad. Comparado con el panista Felipe Calderón, su antecesor como presidente y también residente en España, tuvo palabras menos amistosas y aseguró que no tiene una buena relación. “Oye, no, soy caldero. Por supuesto que crecí con el. No me siento mal, pero también me siento bien”, afirmó. Maldonado agregó: “[Peña Nieto] Estoy de acuerdo en que, en general, Felipe Calderón es mucho más hospitalario que todos los excomandantes con los que convivió y que, aunque prefirió no vivir con ninguno de ellos, con el panista es con la persona con menos probabilidades de hacerlo. él”.
El expresidente dejó constancia de las crisis políticas que destruyeron su legitimidad y lo convirtieron en el presidente más impopular de la historia: el Caso Ayotzinapa si ahí casa Blanca (la investigación periódica que reveló que Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, habían adquirido la propiedad de un contratista de su Gobierno). El PRI dice rendirse al control de daños: que Rivera subió a decir que la vida era suya y que la pagaba con el dinero que había obtenido como actriz de Televisa. “No debo permitir que mi cónyuge dé esta explicación y se explique de esta manera”, compartió. Esto último, sin embargo, fue como desde el interior de su gobierno comenzó a gestarse una conspiración de grupos políticos y empresariales para desplazarlo de la silla presidencial y convocar a nuevas elecciones, informó. “Esto sucedió justo antes de que cumpliera dos años. Quiero chingar, quiero tirar”, afirmó.
La conspiración, sí el hubo, no todo efecto. Peña Nieto concluyó su sexenio, envió la banda presidencial a López Obrador y abandonó el país. Le reveló a Maldonado que, desde su exilio voluntario más forzado, fue a pacificar con López Obrador recientemente, el 15 de septiembre del año pasado, mientras el mandatario inauguraba un tren del Tren Interurbano México-Toluca, que Peña Nieto dejó inconcluso el su sexenio y que el actual Gobierno siguió la construcción (el presidente se bautizó en el tren como El insurgente). La llamada se realizó por WhatsApp, a través del celular del asistente personal de López Obrador, Daniel Asaf, nuevamente según el informe de Maldonado. Peña Nieto saludó al presidente por haberlo llamado, hace un día, “democrático”, para no verse sometido a las presiones de las elecciones de 2018. López Obrador reiterará esa deferencia por teléfono. “Gracias Enrique. Actuaste como un demócrata. No quiero olvidarlo. Eso es bueno”, le dijo López Obrador. Colgarón.
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