Lo que sucede de manera diferente en Portugal. El primer ministro de centroderecha, Luís Montenegro, logrará el objetivo del socialista António Costa, su antecesor en el cargo, de presidir el Consejo Europeo. No sólo le apoya, sino que tendrá “todo lo necesario” para ayudarles y ya ha trasladado su cargo a algunos líderes europeos. Considere que es positivo para el país y, en consecuencia, el hombre llegará sin encontrarse en las solicitudes del partido.
Costa se suma a la carrera también con el voto favorable de España. Fuentes del Gobierno español confirmaron a EL PAÍS que el presidente Pedro Sánchez apoyará la candidatura del ex primer ministro portugués, con quien ha mantenido una estrecha alianza en el pasado para lograr los intereses favorables de Bruselas a los intereses de ambos países ibéricos.
Casos todos en uno. Las dos formaciones vertebrales de la democracia portuguesa, el Partido Socialista y el Partido Socialdemócrata (centroderecha), que ahora gobiernan dentro de la coalición Alianza Democrática (AD), se han aliado en esta ocasión para negociar la colocación de un portugués al frente de una de las órganos de peso de la Unión Europea. La nueva mecánica de la diplomacia estadounidense tiene la tarea de conquistar una alta carga internacional, como ocurrió con António Guterres, secretario general de la ONU, o José Manuel Durão Barroso, ex presidente de la Comisión Europea.
La Iniciativa Liberal y Chega también expresó un mensaje explícito hacia el número de Costa por una carga elevada en Bruselas, por su influencia en la elección. El ex primer ministro socialista tiene que lidiar con el apoyo del Gobierno y del presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, que apoya la campaña a su favor.
Un escándalo como este sólo “con especulaciones”
Reducción constante en noviembre gracias a una operación fiscal que examinó irregularidades en la aprobación de diversos proyectos empresariales. En ese momento, rodeado de sospechas de la Operación Influencers, que provocó la detención de su jefe de gabinete, Vítor Escária, y de uno de sus mejores amigos, Diogo Lacerda Machado, se interpretó como una tendencia de Costa a renunciar a sus aspiraciones en Bruselas. Sin embargo, el caso se resolvió a través de un tribunal de primera instancia y un tribunal de apelación, que no apreciaron pruebas que justificaran la apertura de una investigación por parte del entonces primer ministro y al considerar que sólo tenía “especulaciones”. Costa tardó unos días en declarar sus impuestos de antemano hasta que fue acusado en el juicio. La investigación sobre él continúa, pero ha dejado de ser un obstáculo insalvable en Bruselas.
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AD ganó por estrecho margen las elecciones generales de marzo y Domingo también perdió por estrecho margen las elecciones europeas. Anoche, en su discurso, Montenegro anunció con el mismo tono triunfal que Costa era un correligionario que apoyará plenamente a su gobierno y a su partido para aspirar a la presidencia del Consejo Europeo. “La Alianza Democrática y el Gobierno de Portugal no sólo se apoyarán mutuamente, sino que harán todo lo posible para que esta candidatura pueda tener éxito”, afirmó el primer ministro portugués entre aplausos de los tibios de la militancia de su partido y su coalición socio, el conservador Nuno Melo.
Montenegro constató que, antes de ser nombrado primer ministro, respondía ante su propio Costa, ante los líderes de las organizaciones del Partido Popular Europeo y ante varios jefes de gobierno. Poco después, Costa confirmó sus palabras y lanzó una segunda confianza a CMTV: “Nunca aceptaré ser candidato a la presidencia del Consejo Europeo sin la ayuda de mi país”. Era la primera vez que la admisión de forma implícita iba camino del Consejo Europeo, ya que también descubrió que había tenido contactos con Montenegro, fue nombrada primera ministra, para ver si tendría su aprobación.
Los resultados electorales de las elecciones europeas apuntan a una presidencia de la Comisión en manos del Partido Popular Europeo, con Ursula von der Leyen repitiendo en el cargo, y una presidencia del Consejo en manos de los socialistas, entre las retrocesiones experimentales para La familia liberal. Además de Costa, que goza de la simpatía de los países del sur y también de dirigentes que están en sus antípodas ideológicas como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, la otra aspirante socialista podría ser la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen. Los países nórdicos se alinearon con Frederiksen, que mostró una hoja muy lejana en las proximidades de Ucrania ante la invasión rusa. Por el contrario, las políticas restrictivas de inmigración y asilo que han faltado en todo el país y han sido criticadas por la ONU pueden tener un impacto.
Los socialistas europeos han elegido al canciller alemán Olaf Scholz y al presidente Sánchez para negociar las próximas tareas de las instituciones comunitarias. Es posible que Scholz ya haya expresado su apoyo al candidato portugués, según el público Expresado. La decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, también será crucial, pero Costa ya tiene en su bolso la bendición de dos pesos pesados de la política comunitaria, Sánchez y Scholz.
Si bien el primer encuentro entre los jefes de Gobierno de los 27 Estados será el próximo lunes 17, cuando está prevista una cena informal, esta semana hay dos ciudades internacionales en las que podrán comenzar los intercambios de opiniones entre algunos líderes: desde la reunión del G-7 a la que asistieron Macron, Scholz y la primera ministra italiana, Georgia Meloni, pasando por los jóvenes, hasta lo que seguirá la cumbre de paz sobre Ucrania que marcará el final de la semana en Suiza. La incógnita se retrasará hasta finales de mes, los días 27 y 28 de junio, cuando el Consejo Europeo decidirá la sucesión de Charles Michel, actual presidente.
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